Como responsables de un proyecto, es muy común caer en la tentación de aventarle el riesgo a alguien más, se oye duro, pero es cierto, cuantos de nosotros al pagarle a alguien más por un producto o servicio decimos: “es su problema”, bueno en el mundo utópico es así, pero aquí muchas de las veces nos decepcionan.

El hecho de delegar, pedirle, pagarle o exigirle que haga algo a alguien no significa que ya el tema no es mío.

Desde el momento que nosotros somos los encargados de la “fiesta” (proyecto), no le puedo echar la culpa a los payasos, ¿quedó bien la fiesta o no?, ahí es donde nos van a juzgar…

Por eso mis dos consejos son siempre:

1. Abre la cortina. Parece que todo es una caja mágica que sucede atrás de una cortina y nosotros como niños esperamos que la magia nos aparezca el conejo. Necesitamos entender cual es el paso 1, 2 y el “n” que logran la magia.
2. Conoce a los responsables. No es suficiente conocer que pasa adentro, debemos tocar “base” con los responsables, aquí es involucrar al jefe y responsable de la actividad, una cosa es que el que pone el dinero lo ponga y otra es que el que hace el trabajo, realmente lo haga y no enterarnos que no tenía las herramientas adecuadas que pudimos conseguir a tiempo y ni el “jefe” sabia.

Si tu eres el responsable de la “fiesta” entre mas informado y confirmado de todo lo que sucede estés, mas probabilidades tienes de que todo salga bien.